¿Por qué es importante lonchear bien el jamón ibérico?

Si alguna vez has loncheado un jamón, sabrás que es sumamente importante obtener lochas de un grosor adecuado. Una loncha demasiado gruesa podría desmerecer el sabor de tu pieza, por muy buena que sea.

Por eso, hoy te indicamos todos los utensilios que debes tener a mano para realizar un loncheado apropiado y, además, te damos algunas indicaciones para llevar a cabo esta técnica.

Primero, necesitarás un jamonero: un soporte para que la pata de jamón esté perfectamente posicionada antes de proceder con el corte. (Esto te facilitara bastante la tarea).

Segundo. Debes contar con estos 3 tipos cuchillos:

  • Cuchillo jamonero: Con el que cortarás las lonchas.
  • Cuchillo descortezador: Un cuchillo carnicero de 20 a 30 cm de largo y de hoja ancha, cuya función es limpiar y descortezar el jamón.
  • Cuchillo puntilla: Cuchillo de unos 8-12 cm de hoja estrecha pero fuerte, que se usa para marcar y separar los huesos del jamón.
  • También necesitarás contar con una chaira: utensilio utilizado para afilar los cuchillos, sobre todo, para tener a punto el cuchillo jamonero.

En caso de no contar con cuchillo descortezador, no pasa nada, puedes realizar el proceso igualmente con la puntilla y el cuchillo jamonero. Lo siguiente será saber cuánto tiempo crees que tardarás en consumir tu jamón, esto hará que sea más recomendable empezarlo por una u otra parte.

    Si el jamón es para un uso familiar espaciado, o crees que vas a realizar su consumo en, aproximadamente, 1 mes, lo recomendable es empezar el corte del jamón ibérico por la babilla, (pezuña haca abajo). Esta parte del jamón ibérico está más curada y es menos jugosa, pero, para cuando llegues a la parte de la maza, el jamón no estará reseco, porque la zona más susceptible de secarse antes, es justo por la que has empezado.

    Si el consumo, es para un evento importante (Navidad, Noche Vieja, etc.) y lo que queremos es degustar la parte más jugosa de inmediato, empieza por la maza (pezuña hacia arriba).

    A partir de ahí, comienza a limpiar la grasa en la parte que vas a consumir, con la puntilla, hasta que llegues a la parte magra. Una vez allí, puedes empezar a lonchear con el cuchillo jamonero, recuerda que debes colocarlo en plano y comenzar a cortar lonchas en horizontal, en dirección contraria a la pezuña. Lo recomendable es que cada loncha tenga unos 4 o 5 cm de longitud, pero si al principio te salen más largas o cortas, no te preocupes, es cuestión de práctica. Lo que sí es imperdonable es que sean demasiado gruesas.

    Y si después de estas recomendaciones, no te atreves a lonchearlo por ti mismo, o prefieres ser más práctico, recuerda que hoy en día, también puedes comprar tu jamón ibérico envasado al vacío, ¡listo para consumir en cualquier momento!

    Como ves, el mundo ibérico te lo pone fácil, ya no hay excusas para no disfrutar de un buen jamón ibérico.

    ¡Nos vemos en el próximo post!